En esta convivencia de veteranos hablamos en profundidad sobre las
vocaciones. Eso sí, esta vez queríamos tener una experiencia diferente.
Compartimos la mañana del pasado sábado día 21 de septiembre con cinco personas
comprometidas con su fe para conocer de cerca qué suponía el Señor en sus
vidas.
Tras escribir una serie de preguntas dirigidas a distintas vocaciones
completamente anónimas, sorprendimos a nuestros invitados entregándoles las
cuestiones que los jóvenes se hacían sobre cómo afrontaban su vida diaria o la
vocación a la que Dios los había llamado.
Cayetano, Luisi, Carolina, Juan y Ana nos enseñaron que podíamos
dedicarle nuestra vida a Dios desde muchos ámbitos y que aunque aparecieran
obstáculos lo importante era seguir firmes en nuestras creencias. Una lección
sí que nos llevamos a casa: ya sea en la política, en la misión, en la vida consagrada
o en el matrimonio, siempre tenemos que llevar el testimonio de nuestro Padre
en todo lo que hagamos y poner mucho amor en nuestro cometido y en nuestros
hermanos.
Ellos nos cedieron el testimonio de sus vidas, por eso queremos que
ahora llegue hasta todo aquel que nos lea. ¿Estuviste en la convivencia de
veteranos? Comparte en un comentario en esta entrada del blog tu experiencia en
esta mesa redonda. ¿Qué testimonio te impactó más? ¿Con qué te quedas de este
momento?
A mi todos los testimonios me llegaron de un modo u otro.Pero realmente me quedé pensando después de esa buena mañana en el testimonio de Luisa,misionera,y no paraba de sorprenderme y maravillarme.
ResponderEliminarNo solo por la sencillez con la que contaba su testimonio,sino que llegaba hasta el centro de cada uno de nosotros.Alguien destinada a la misión,cuya respuesta a la pregunta de ¿a dónde quieres ir ? es ''A donde haga falta'' es alguien verdaderamente fascinante.No sólo eso,sino que contaba como en Japón,lugar en el que ha estado destinada,saludar por la calle era ''raro'',y para ella solo era saludar a un hermano,o que el perdón no es algo que tuviera mucha relevancia.Vamos,una persona de carne y hueso,pero que traspasaba.Y si a todos nos llego el mensaje como a mi,ese ''a donde haga falta'' tan sencillo ,yo creo que nos hizo a todos un poquito más grandes.Una persona que regala su vida y su tiempo a los demás sin duda es un regalo admirable para quién puede escucharla,aunque sea una mañana.
Gracias,Albita.
A mí me llegó un poco de cada uno. Me sorprendió saber que de muchas maneras podemos seguir a Dios y que siempre va a haber alguien que comparta eso con nosotros, saber que siempre puedes contar con alguien. Es muy bonito ver cómo tanta gente cree y saber que de una u otra forma siguen el camino de la fe.
ResponderEliminarMuchas gracias. Aixa
Para mi esa experiencia fue reveladora, me encanto saber que hay personas comprometidas con diferentes vocaciones, y que cuando gane unos años tendré un lugar para mi porque gracias a Dios, hay lugar para todos en la fe y en la iglesia. Sin duda alguna Dios nos tiene algo grande preparado en forma de amor que fluye por los demás y por ti. Además me pareció fantástico que fueran realistas y sinceros que no nos vendieran algo que no es, que nos apoyaran pero que nos bajaran a la Tierra. Muchas Gracias!
ResponderEliminarLa cercanía de sus palabras hizo que este encuentro no fuera una simple charla sino una manera increíble de conocer todas esas realidades que suelen pasar desapercibidas. Se notaba mucho que tanto nosotros los jóvenes como ellos, que venían solo con la intención de compartir sus vivencias, disfrutamos mucho. Repetiría sin dudarlo y lo alargaría un par de horas más si hiciera falta. ¡Hay mucho testimonio de Dios que dar en la calle!
ResponderEliminar